Descripción
Las colinas de Gorizia – Goriška Brda
En la parte más occidental de Eslovenia, entre los Alpes Pre-Julianos y el mar Adriático, está la famosa región vinícola llamada Primorska, dentro de la cuál, situada en la parte Norte, está una zona de espectacular naturaleza llamada Goriška Brda, “las colinas de Gorizia”, perteneciente al distrito de Brda, al Norte de la región eslovena de Vipavska Dolina. Es un territorio fronterizo con la región del Collio Goriziano, el mismo territorio a nivel de clima y suelos con excelentes condiciones para el cultivo de la uva, región del Friuli que pertenece a la provincia italiana de Gorizia con poblaciones tan importantes para la producción de vino como Oslavia y de San Froliano del Collio.
En estas colinas de Gorizia las cepas crecen sobre suaves colinas con multitud de terroirs según la exposición y altitud de los viñedos pero, en general, toda esta parte eslovena está marcada por la confluencia de factores naturales importantes como son la orografía, ya que es un territorio formado por una pequeña cadena montañosa con multitud de laderas; el mar Adriático, que aporta un microclima más temeprado; la lluvia, que es abundante; y el fuerte viento Bora, allí llamado Burja, un viento frío y seco de tipo catabático, esto es, que sopla desde las montañas del norte-nordeste hacia el mar Adriático adquiriendo cada vez más velocidad, llegando a ser muy fuerte en la región sur de Kras., un viento que refresca y contribuye a evitar la humedad en los viñedos protegiendolos de las enfermedades criptogámicas.
Los suelos en esta región de Gorizia, tanto de la parte italiana como en esta parte eslovena, son predominantemente los llamados suelos de Ponka o Opoka. Este tipo de suelo está compuesto por un subsuelo de roca sedimentaria generada a partir de fondos marinos poco profundos durante el Eoceno (período Paleógeno- Era Cenozoico, hace unos 56 millones de años). La particularidad de este suelo es que las corrientes en el lecho marino generaron una estratificación en la roca sedimentaria que alterna capas de roca blanda (marga) y capas de roca dura (arenisca), es el llamado suelo con formaciones de flysch. Gracias a esta discontinuidad y las diferentes erosiones que sufren estas capas friables en la roca del subsuelo, aparecen multitud de nutrientes y minerales que pueden absorber las raíces más finas de las cepas y se pueden filtrar cantidades pequeñas de agua entre las capas que quedan disponibles para estas raíces, una humedad muy necesaria, especialmente en los meses más secos del año.