Descripción
Mauricio es parte activa de ese resurgimiento que se está dando desde hace algunos años en la vitivinicultura chilena más auténtica y valiosa tras más de un cuarto de siglo de abandono. Hace vinos con la misma filosofía que otros pequeños productores chilenos como Roberto Henríquez, Manuel Moraga y Renán Cancino, siendo todos elaboradores que reeditan los viejos vinos pipeños sencillos, los vinos “campesinos” como ellos dicen, vinos llenos de personalidad, origen, historia y territorio que elaboran a partir de un cultivo orgánico y sin irrigación de viejas vides sin injertar. Los 4 juntos forman la Asociación de Productores de Vinos Tradicionales Campesinos de Chile (PVCh), creada en el año 2014 y dirigida por Macarena Lladser, sumiller, fotógrafa y gran defensora del vino natural.
Tras trabajar durante años en varios proyectos de diversa índole y tecnicismos como Altos de las Hormigas en Argentina, volvió a Chile y fue socio y productor en el valioso proyecto artesanal de vinos chilenos llamado Tinto de Rulo. Recientemente se instaló en una zona del campo al Sur, en el llamado Fundo Quinta de Unihue, en el secano costero, para poder producir vinos sencillos con la mínima intervención en una austera bodega de adobe tradicional. Para ello cultiva en suaves laderas entre bosques y matorral 4 hectáreas plantadas con viejas cepas centenarias supervivientes de uva País, principalmente, y algo de Malbec y Carignan injertados sobre viejas cepas de País. La uva País, también conocido como Misión o Listán Prieto, y otras como la Cariñena o la Moscatel, llegaron a Chile con los colonizadores españoles hace ya unos cuantos siglos, seguramente a través de las Islas Canarias.
Son parras de más de 200 años sobre suelos graníticos y volcánicos, cepas que forman parte de ese gran patrimonio que se conserva en el Sur de Chile de vides que son las más antiguas del mundo. Estas impresionantes y ancianas cepas autorreguladas, las cultiva acompañando su lenta evolución manualmente, con la azada, y sin utilizar productos químicos, sólo azufre aplicado dos veces, y sin riego.