CLUB 50 LADY PRUÏNA FEBRERO 2020

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Castell d’Encús CUPS 2018

Talarn / Pallars Jussà / Costers del Segre / Lleida / Catalunya

EL CELLER DELS PIRINEUS
« Vinyes a més de 1.000 m, trulls de pedra del segle XII on fermenta el vi, la tecnologia més avançada i sobretot una voluntat de recerca, experimentació i preservació del medi ambient ».

Raül Bobet explica que puso en marcha su proyecto de elaboración de vinos con una clara vocación experimental  juntando tradición, conocimiento e innovación. La finca de Castell d’Encús está situada en el Pallars Jussà, en los Pirineos, dentro de la Denominación de Origen Costers del Segre, en un territorio de montaña donde las 25 ha de viñedos que plantó Raül conviven entre 70 ha de bosques. El clima fresco de la zona permitió que se plantaran de forma experimental variedades como Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Pinot Noir, Syrah, Petit Verdot, Sauvignon Blanc, Riesling, Semillon y Albariño, variedades que no se desarrollan bien en climas más cálidos, pero que en esta finca disponen de unas condiciones idóneas para su desarrollo, una ubicación privilegiada por su altitud entre los 850-1250 m que le aporta al viñedo, a parte de un clima fresco de tipo continental, una gran captación solar que permite una maduración óptima del fruto.

“El projecte de Castell d’Encus es gesta durant vàries dècades d’aprenentatge i meditació. No és més que la persecució d’un somni a través d’un llarg camí -sens fi- que representa un repte i alhora una obsessió per fer vins elegants i frescos a través de la recerca i experimentació i que descriguin el nostre paisatge, clima, costums… El nostre emplaçament al Pirineu lleidatà exemplifica molt bé la nostra proposta”.  
 
Los viñedos se cultivan de forma ecológica sin utilizar pesticidas, herbicidas, fungicidas ni ningún tipo de tratamiento nocivo para el suelo y la biodiversidad del viñedo y su entorno. Las cepas están plantadas con un sistema de conducción en espaldera y en una alta densidad, trabajando el viñedo para conseguir unos rendimientos bajos. Los suelos son predominantemente  de composición franco-calcárea, de bajo contenido en materia orgánica y muy ácidos, con un bajo PH. Este factor,  junto a la climatología continental de un lugar con tanta altura que aporta una aireación regular y un gran contraste térmico entre la noche y el día, actúan como agentes protectores de la planta y hacen que puedan obtener uva sana de forma natural. Una calidad de uva que genera vinos muy expresivos aromáticamente, finos y elegantes,  complejos y con un gran potencial de guarda. Sin duda, estas condiciones privilegiadas para el cultivo ya las debían intuir  los monjes en el siglo XII cuando se instalaron en ese reducto de Talarn.

¿CON QUÉ, CÓMO Y CUÁNDO LO BEBO?

Este vino que te envía Lady Pruïna este mes es una muestra de la voluntad de experimentación incansable de Raül. En ese entorno privilegiado en el que está ubicada la finca, existen unos pocos lagares de piedra de origen medieval en medio del bosque que construyeron los monjes Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén en el s.XII para poder elaborar sus vinos. Raül los recuperó y ya hace tiempo que experimenta la vinificación en estos lagares y para Monvinic Store nos ha regalado la oportunidad de tener un vino blanco elaborado de la manera más similar a la que debían utilizar aquellos monjes; parte de la vendimia seleccionada de la añada 2018 de uva Sauvignon Blanc con una lata acidez  se despalilló y se llevaron las uvas en pequeñas cajas de 10 kg hasta el lagar en el bosque donde se introdujo entera, sin raspón, para que realizara una fermentación espontánea con las levaduras indígenas de la uva y del lugar, a la intemperie, una fermentación que se dio en contacto con las pieles durante 23 días, con la sola protección de un plástico para evitar la lluvia. Una vez el mosto fermentó completamente, el vino estuvo unos meses en dos barricas usadas de roble francés en contacto con las lías, hasta su embotellado, que se ha hecho sin clarificar. No lleva ningún tipo de sulfito añadido en ningún proceso de la vinificación.

Es un vino blanco de elaboración simple, un vino auténtico y representativo de este territorio y su histórica viticultura. Un vino fresco y vigoroso, con una acidez muy marcada que lo hace definido y extendido, de cuerpo medio y una estructura tánica correspondiente a una maceración con pieles, lo que le confiere mucha longitud en boca. Se ofrece en aromas a fruta de hueso y amarilla como albaricoque y membrillo, a hierbas aromáticas de bosque, especias, humos y pedernal… en la botella irá desarrollándose en complejidad y densidad en boca. Bébelo fresco pero no demasiado frío, sobre los 10-12ºC estará muy bien, y en copas grandes sirviendo poco para que vaya expresándose. Es un vino que una vez abierta la botella aguantará mucho tiempo ya que por su salud la oxidación no deteriora sus características si no que, por el contrario, respira y va aumentando su complejidad y vitalidad. Puedes tomarlo con un sinfín de propuestas de maridaje como un rico aperitivo con conservas y salazones, con platos de pescado y marisco, de verduras, de setas, de carne de ave, con quesos… estará genial con algún plato tradicional de la cocina pallaresa como un Arròs amb bolets Carreretes. 

Christophe  Lindenlaub “A Griffes Acerees” Riesling Nature 2016

Dorlisheim / Alsacia / Francia

La familia Lindenlaub ha estado cultivando vides en Alsacia desde finales del s.XVIII. Christophe es hoy en día el sucesor de esta saga de pequeños vignerons y cultiva con la misma pasión, tradición y respeto por este patrimonio natural familiar que tenían sus antecesores. Trabaja una agricultura orgánica desde el año 2009 en 10 hectáreas que se extienden en pequeñas parcelas sobre las laderas llamadas Husaren, Stierkopf y Rangenberg situadas los pueblos de Dorlisheim y Mutzig, en Molsheim, en el departamento del Bajo Rin alsaciano, parcelas con suelos variados de caliza, arcilla y arena.  El reto de este pequeño viticultor es crear vinos naturales de alta calidad con un cultivo y una vinificación en total respeto por la naturaleza y el medio ambiente, sin artificios y sin utilizar productos químicos. Desde el año 2009 trabaja todo de manera orgánica y con esta línea de labor artesanal obtuvo la certificación AB en 2012. 

¿CON QUÉ, CÓMO Y CUÁNDO LO BEBO?

En la bodega vinifica con una intervención lo menos invasiva posible, buscando la personalidad natural de la fruta, la expresión del lugar. Por eso sus vinos están llenos de energía, son expresivos, fragantes y con mucho extracto de fruta . Este Rieslig que te envía Lady Pruïna este febrero fermentó de manera espontánea y muy lentamente en una pequeña tina de acero inoxidable, sin control de temperatura y, tras una corta estabilización natural, se embotelló sin filtrar, sin clarificar y sin adición de sulfitos (8 mg/l). Es una bomba de materia, con mucha presencia en boca, amplio y gustoso, envolvente y persistente, pero con una marcada acidez que da aporta mucha vida y frescor. Aromáticamente es intenso, predominando una fragancia cítrica refrescante a cítricos como el  pomelo y la mandarina, con notas a flores silvestres y especias.

Bébelo fresco sobre los 8-10º, en copas grandes de forma vertical, si puedes decantalo porque tiene diversas familias de aromas que irán apareciendo con la oxigenación. La posibilidad de maridaje con alimentos es muy amplia ya que, además de aportar mucha frescura, tiene una densidad y potencial aromático suficiente para poder combinar con platos muy sabrosos e intensos. Irá bien acompañado por ejemplo de pescados ahumados, carnes muy grasas como el pato, con foie y rillette, con platos de pescado como arroces sabrosos, calderetas y fideua, con todo tipo de marisco, con comida asiática y muy condimentada y, por supuesto,  tiene muy buena combinación con la mayoría de quesos evolucionados y complejos de cuajada enzimática de pasta blanda y de corte. Lo mejor es beberlo con un buen Baeckeoffe, un típico estofado alsaciano hecho con carne de cerdo y patatas macerados y cocidos durante horas con vino blanco.

Calabretta Cala Cala Rosso NV

Randazzo / Etna / Catania / Sicilia / Italia

Calabretta forma parte de esas pequeñas bodegas significativas en el redescubrimiento que se da desde hace unos años de la región siciliana del Etna como territorio significativo en la producción de vinos artesanales de gran calidad. Una resurrección que se da tras años de olvido, un olvido que, por otro lado, ha permitido que se hayan mantenido un importante patrimonio de tradicionales y formas locales de cultivar y elaborar vino. Hoy en día Massimiliano representa la cuarta generación de viñateros de la familia Calabretta en esta región al norte de Catania.

“Il Magma nell’anima”

La región del Etna es un lugar influenciado por el gran volcán activo de más de 3.000 m de altitud. Aún así, muestra una gran heterogeneidad en cuanto a terruños y parcelas ya que cuenta con gran variedad de tipos de suelos, de exposiciones, de microclimas y de alturas. Los suelos volcánicos predominan en toda la zona pero hay una gran variabilidad de texturas según la composición de la lava que forman lo que ellos llaman el  suelo “ripiddu”.

“Questa diversità “tettonica” ha originato suoli con eterogenee caratteristiche fisico/chimiche che, unitamente a differenti quote altimetriche (da 600 a 1000 m) ed esposizioni al sole, ha dato vita a “contrade viticole” con caratteristiche pedo-climatiche non uniformi e che generano vini dalle marcate particolarità organolettiche”

Desde la década de 1990, Massimo y Massimiliano, padre e hijo, han cultivado sus propios viñedos, algunos de gran calidad como Passopisciaro, Calderara y Solicchiata, parcelas con viejas cepas de las antiguas cepas sicilianas Nerello Mascalese y Nerello Cappuccino conducidas con la tradicional poda en vaso llamada “alberello”. Están ubicadas en terrazas de muros de piedra seca muy antiguos que ellos recuperan manualmente año tras año. El  trabajo en el campo que hacen, sigue las formas tradicionales de la viticultura centenaria del Etna, de forma orgánica, haciendo todas las labores a mano con la azada, sin productos químicos. Este tipo de cultivo orgánico, junto a la altitud de los viñedos, que está entre 600 y 1000 m, y el viento constante, facilita la salud del las cepas, por eso en el campo solo han de hacer unos pocos tratamientos de superficie con azufre y sulfato de cobre. También promueven la cubierta vegetal para ayudar a generar un buen equilibrio en la biodiversidad y cuando es necesario aran para airear el suelo.

La vendimia se da tardíamente a mediados de octubre, un momento en el que el fruto, que ha madurado muy lentamente, está en su madurez perfecta. Esta vendimia tan tardí en un clima del mediterráneo y Sur lo consiguen por diversos factores: el más significativo es la influencia de la “terra nera” volcánica, un tipo de suelo que permite que sólo se caliente la superficie pero no sucede así con el interior de la tierra, que se mantiene fresca y húmeda. También hay que sumar otras condiciones de la región como la gran oscilación de térmica entre el día y la noche, las precipitaciones habituales y la influencia de un viento regular que enfría las plantas. Con todas estas condiciones, los buenos viñateros del Etna consiguen, en un clima tan caluroso y con una alta radiación solar, hacer vinos de perfil fresco que parecen de un clima de otra latitud más norte. 

¿CON QUÉ, CÓMO Y CUÁNDO LO BEBO?

Este mes de febrero Lady Pruïna te envía su vino tinto Cala Cala Rosso. Está vinificado en el pueblo de Randazzo  donde tienen su bodega subterránea con varios niveles excavados en la roca de lava, una ubicación que permite condiciones ideales y totalmente naturales de temperatura y humedad. Allí almacenan barricas y grandes botti de madera muy vieja de roble eslavo que les permiten hacer largas crianzas, algunas de más de 10 años, como se hacían en el pasado, consiguiendo una precipitación natural de las lías y los tartratos y afinando los vinos.

Cala Cala significa “Gulp, Gulp”, que es probablemente la mejor manera de describir este vino ya que es uno de sus vinos más frescos y fluidos que elaboran. Está hecho con uva de las variedades Nerello Mascalese en un 95% y Nerello Cappuccio el 5% procedente de las varias parcelas alrededor del volcán que posee Calabretta, a unos 750 m de altitud y con exposiciones variadas. Parte de la composición de este vino son vinos de guarda hechos a partir de viñedos viejos, vinos desde el año 2005 envejecidos en los grandes botti, y la otra parte son vinos más jóvenes, de dos o tres añadas, hechos a partir de las cepas más jóvenes, vinos que han permanecido un corto tiempo en tinas de acero inoxidable. Es un vino mezcla de añadas y de estilos que es una representación sencilla y auténtica de todo el territorio y la manera de hacer de ellos. Con apenas 13.5% vol de alcohol, se muestra profundo y superficial a la vez, austero y delicado, suave y algo tánico a la vez… una locura de aromas a tierra, humo y pedernal que a ratos están por encima de los afrutados y florales, que se muestran más tímidos y complejos, un vino necesario para entender cómo son los vinos de este lugar de mar, calor y frescos suelos volcánicos. Tómalo fresco sobre los 14- 16ºC y en copas grandes de tipo vertical sirviendo poca cantidad. Es para morirse si lo disfrutas solo una tarde con sol de invierno, pero si quieres beberlo con comida, estará perfecto con platos igualmente sencillos pero sabrosos como un bocadillo de mortadela… ni qué decir tiene que el maridaje perfecto es una Caponata siciliana acompañando un Falsomagro.

¿Quieres saber qué vinos contiene el Club 70 de este mes?

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